Antes que nada habría que advertir a las personas creyentes que se abstengan de comentar este post y aun de leerlo, pues la discusión sobre la posibilidad de que el mundo o los seres humanos hayan sido creados por un ser superior está por encima de mis conocimientos y de mi paciencia. No se trata aquí de la veracidad del creacionismo sino del escándalo que ha generado y de la entidad intelectual de sus adversarios rutinarios.
______En otras palabras, lo que me parece interesante no es lo que les ocurra a los estadounidenses en sus discusiones sino lo que ocurre en Colombia y la conciencia de los colombianos sobre esos asuntos. Al respecto, el
Editorial de
El Tiempo del pasado 7 de enero es una joya valiosísima.
¿Quién tiene la razón: Darwin o Dios? La pregunta, perfectamente deleznable para la ciencia, se ha vuelto un rabioso debate en una de las sociedades científicamente más avanzadas del mundo, Estados Unidos. Involucra al Presidente, los jueces y los medios de comunicación. Y su escenario es nada menos que el sistema educativo.
______Para un observador, la discusión y su itinerario lucen curiosos, pero son reveladores de peculiaridades notables de la sociedad estadounidense. Con implica- ciones de fondo.
______Este blog tiene como premisa básica la certeza de que las desgracias colombianas no vienen de unos políticos ladrones ni de unos rústicos inadaptados sino que nacen en el seno de la conciencia de los grupos dominantes. Lo que ocurre a los más débiles sólo es el efecto remoto de eso que dicen las personas respetadas e influyentes. Esos dos párrafos del editorial mencionado casi expresan a Colombia porque se publican «en uno de los diarios más influyentes del país». ¿No es llamativo el tono de superioridad con que se alude a la discusión, que «luce» curiosa (para
un observador) y revela «peculiaridades nota- bles» de la sociedad estadounidense? La condescendencia con que alude al país más avanzado del mundo el lamentable necio que escribe no se compadece precisamente con la torpeza de la prosa, pero es Colombia, ya se sabe.
Un compendio de Colombia______Y veamos si hay paradoja o no: ¿cómo van a andar creyendo en la creación en una de las sociedades científicamente más avanzadas del mundo? El mecanismo de esa «idea» para mí es un rasgo que serviría para explicar qué es Colombia, como las papas criollas fritas con la «rellena» o el furor oratorio de ciertos políticos. ¡Cuántas veces no habré oído esa queja de que anden preocupándose por ganar dinero los dueños de bancos que son los que menos lo necesitan! Claro, el menesteroso que se indigna ante tal sinsentido tiene un profundo sentimiento de superioridad ante esos desalmados que tienen la culpa de toda la miseria del mundo. Eso es Colombia, los secuestros de niños en procura del derecho a la educación son sólo una secuela inevitable de tal condición moral.
Paradojas de la superioridad______A ver, por favor, ¿habrá quien me lo explique? Aceptemos que la especie humana es como es debido a la evolución: ¿no es el colmo que después de que esa evolución permitió un gran desarrollo científico en EE UU resulten esos tarados proclamando el disparate del «diseño inteligente» y pretendiendo enseñarlo en las escuelas? Es que la evolución le da de comer al que no tiene dientes, debería haber permitido un gran desarrollo científico en Colombia, donde sin duda la gente no habría salido con ocurrencias tan desafortunadas.
______Porque en Colombia hay que buscar mucho para encontrar a alguien que no explique con bastante conocimiento la teoría de la evolución de las especies ni las claves genéticas asociadas a ella. ¿Quién recuerda a algún colombiano que haya oído en la escuela disparates creacionistas? ¿Tiene alguna influencia la Iglesia católica en la educación colombiana? ¿Eh? ¡Es que es sólo por toda la plata que tienen gracias a que se roban nuestras riquezas naturales por lo que los «gringos» han alcanzado tanto desarrollo científico!
______En fin, habrá que aceptar que todavía no se ha alcanzado en Colombia la prohibición de inculcar a los estudiantes mitos religiosos, como tal vez desearía el editorialista de El Tiempo, ¡pero en caso de que se hubiera alcanzado, que se entere todo el mundo, no retrocederíamos a la tolerancia con esas cosas! ¿Por quién nos habrán tomado? No hemos prohibido la enseñanza del creacionismo, pero despreciamos a los que sí la prohibieron por discutir acerca de si se puede permitir. A quien le resulte oscuro esto último, le serviría este párrafo del citado editorial:
Como la enseñanza en los colegios oficiales del creacionismo, que atribuye a Dios esa inteligencia, es inconstitucional desde 1987, los amigos del diseño inteligente no hablan de él sino de una ‘inteligencia neutra’, pero tras ella asoma claramente la mano divina. Y han hecho múltiples intentos por introducirla en la enseñanza oficial.
______Estoy impaciente por explicar mis ideas sobre la religión y su función en la sociedad, pero en cuanto leo el editorial de El Tiempo me parece que es más importante analizar esa condición de nuestra sociedad y del discurso predominante:
En 1999, el panel de educación de todo un estado, Kansas, votó eliminar toda mención de las teorías de la evolución y del Big Bang del currículo de ciencias. En Alabama, los textos de biología llevan una etiqueta que dice que, como nadie estaba presente cuando la vida apareció en la Tierra, toda afirmación sobre su origen es teoría, no un hecho. En agosto, un juez ordenó remover un aviso pegado dos años antes en los manuales escolares de Cobb (Georgia) que descalificaba la evolución. En 20 estados ha habido intentos similares, unos fallidos, otros no. Una reciente demanda de una asociación de escuelas cristianas contra la Universidad de California, que rechaza el currículum de ciencias de una de ellas por usar textos que anteponen la palabra de Dios a la ciencia, llevó el lío a la educación superior.
______La noticia sobre Kansas no explica si finalmente los alumnos no llegaron a tener conocimiento de que tales teorías se conocían, ni siquiera de los niveles escolares en que se proponía tal limitación. Dentro de poco habrá que crear cupos en nuestros colegios para que esos pobres se enteren de lo que es la ciencia que tan bien conocen los lectores de El Tiempo.
______La etiqueta de Alabama es plenamente acorde con los criterios de la ciencia, que no ofrece verdades absolutas, sino que es siempre «falsable». ¡Tratándose de un periódico que se dirige a una masa de estudiosos de Popper, se entiende que lo escandaloso es que una obviedad semejante tuviera que aparecer en los libros escolares! El aviso de los manuales de escolares de un municipio de segundo nivel tampoco es un gran argumento, y en todo caso era una opinión abusiva que el juez ordenó quitar. Lo de la Universidad de California suena a exclusión, pues, y es de lo que se trata la ciencia, los alumnos no deben ser aceptados en cuanto acepten determinadas teorías sino en cuanto demuestran que son capaces de entender y que dominan ciertos conocimientos.
______El párrafo siguiente es una excelente muestra de la asombrosa objetividad colombiana:
‘De Silicon Valley a Adán y Eva’, podría llamarse esta historia, en la que una nación científica y tecnológica- mente de punta discute, en pleno siglo XXI, oponer la mano de Dios a la ciencia para educar a sus hijos.
______¡Que aprendan de Colombia! Claro que «la mano» ya suena a blasfemia ridícula. La atribución a «una nación» por lo que ocurría en una ciudad pequeña y en dos estados minúsculos, casi todo discutible, es característica. Esa nación ya no sabe dónde está parada. Claro que los párrafos siguientes son aún mejores:
Muestra del peso e incidencia del conservatismo religioso en un país clave. En su gobierno, cuyo Presidente es cristiano proclamado. Entre la gente, que llena 1.200 ‘megaiglesias’, algunas capaces de reunir 20.000 fieles en misa. En el sistema educativo, que ve crecer a ojos vista las escuelas evangélicas. Solo uno de cada cinco estado- unidenses cree que el hombre evolucionó de otras espe- cies; casi todos los demás opinan que fue creado por Dios. Debate notable, no solo por la importancia de E.U. en el mundo, sino porque un pilar básico de esa nación ha sido la división entre la Iglesia y el Estado. Y los interrogantes son de fondo.
______¿Y los colombianos? ¿Cuántos creen que el hombre fue creado por Dios? Claro, es que como no tienen tanto desarrollo científico, es normal que no sepan tanto como el editorialista (tan elevado en su reflexión que ve la larga sombra de doña Berta en el ¡conservatismo! religioso). ¿Y qué pinta la «división» entre la Iglesia y el Estado? Peor aún, ¿cómo puede haber división entre una cosa y otra? «La división entre los padres y los hijos». La idiotez parece el complemento obvio de esa satisfecha superioridad que caracteriza a nuestra clase docta, toda unánimemente persuadida de la superioridad de la ciencia y de la evidencia de la evolución, pero perversamente desplazada por los que otorgan el Premio Nobel en ciencias y medicina para complacer a cientos de ciudadanos de «esa nación».
______Lo verdaderamente triste es comprobar que en Colombia la separación entre la Iglesia y el Estado es reciente y aparente, pero eso no va a impedirnos juzgar a esos dementes que ahora se oponen a la ciencia y pretenden educar a sus hijos según su religión.
¿Qué explica este resurgimiento de la fe en el estado- unidense de fila? ¿Debe el mundo temer sus implica- ciones, en la medida en que no se limita a la misa dominical o a un debate constitucional sino que se ha trasladado al poder? ¿O, con un sistema judicial que frena los asaltos religiosos contra la educación secular y con reglas democráticas para elegir los paneles educativos, tiene esa sociedad mecanismos de autoprotección? Las respuestas dan para un debate tan agitado como el que hay entre Darwin y el Génesis.
______¿Cuál resurgimiento de la fe? ¿Cuándo ha habido un presidente estadounidense (o colombiano) que se proclame ateo (el creyente por fuerza acepta la creación del mundo y del hombre)? ¿Para qué necesitan autoprotección?
______Lo que es un escándalo es la prepotencia de nuestra clase dominante, no la religiosidad estadounidense, que siempre ha sido elevadísima. Pero ni siquiera la prepotencia sino esa tosquedad intelectual que hace que uno se sienta siempre en presencia de guerrilleros. ¡Los estadounidenses deberían ir a aprender las bases de la ciencia a Cuba, donde la teoría de la evolución es la única que se puede enseñar y todos tienen educación y salud! Si algo es absurdo en este mundo es que los cubanos huyan hacia EE UU y no los estadounidenses hacia Cuba.
La religión contra la ciencia______En el gracioso editorial ya destacan tres elementos de indigencia intelectual estremecedora: la suposición de que el número de creyentes cristianos («creacionistas»), que siempre ha sido comparable, afecta a la recepción de los conocimientos científicos, como si la ciencia fuera democrática; la certeza tácita de que el conocimiento es cuestión de opinión (se podrían tomar al azar cien creacionistas estadounidenses y cien evolucionistas colombianos y evaluar quiénes tienen más conocimientos de biología: es grotesco), y la suposición, también tácita, de que el desarrollo científico y tec- nológico no es precisamente el fruto de un conjunto de valores, de organización social y de formas de vida. Suponer que un adventista del Séptimo Día es más tosco resulta un abuso intolerable.
______Por si alguien no lo ha entendido, he dicho que la base del desarrollo científico estadounidense, el mayor de la historia humana, es la religión. Es que la tosquedad mayor del editorialista de El Tiempo y de toda la elite intelectual colombiana es suponer que la ciencia y la religión son saberes del mismo nivel (y opuestos). Es triste para un patriota sin estudios como yo descubrir que mi país está en manos de personas tan ignorantes.
¿Qué es religión?
______La religión, «lo mejor y lo peor que ha inventado la humanidad», según Octavio Paz, no pretende indagar la verdad de los fenómenos sino que transmite un mito unificador que llega a todos. Muchos la consideran «literatura», pero es una literatura que determina la hora de levantarse y limita el número de personas con las que se puede tener acceso carnal. No ha habido sociedades sin religión, y las que han pretendido combatirla la han reemplazado por mitos horribles y han degenerado en delirios criminales.
______Si la pérdida de la religiosidad significara un gran desarrollo de la ciencia, no sería posible entender por qué la ciencia en la UE está tan atrasada en comparación con EE UU. Su PIB no es inferior y su población es muy superior en número y no inferior en nivel cultural, por no hablar de la tradición de conocimiento. La explicación habitual (la idiotez habitual) es que no invierten tanto, pero ¿por qué no invierten tanto? Quien se preocupe por averiguar los motivos profundos de todo eso se encuentra siempre con el fenómeno de la voluntad. No surgen suficientes vocaciones científicas ni gente tan ambiciosa que se gane un premio Nobel, a pesar de que pueden viajar a EE UU y trabajar ahí.
Nihilismo
______Eso llevaría a hablar del fenómeno del nihilismo, que es lo que reemplaza a la religión cuando la presión de los «liberadores» y la fatiga de la gente con las restricciones religiosas consiguen que se pierda la fe. Del no rendir culto a nada se pasa al culto de la nada. Por no hablar de que casi todos los supuestos conceptuales de la religión abandonada en sus elementos más difíciles de creer permanecen intactos (como la división hombre-animal, obvia para casi todos los europeos ateos y para los doctores colombianos), o del retorno a creencias inferiores a la religión, como el popular horóscopo.
______En principio una forma de hedonismo que lleva a la locura y a la destrucción, como en las películas de David Lynch, pero después una resignación mezclada con descontento que anuncia la masa de votantes socialistas. (No, no hay oposición entre resignación y descontento: el hombre de izquierda está resignado a sí mismo pero descontento del mundo que no lo premia como debería, y cada vez más lleno de resentimiento con los que se superan porque ven sus limitaciones.)
Restricciones morales
______He hablado de restricciones y he ahí la principal función social de la religión: aportar moral a la sociedad, presentar una serie de restricciones (la religión cristiana propiamente procede de las tablas de Moisés) que mantienen la moral de la sociedad. «Moral» dice Ortega, viene a ser «estar en su quicio y fundamento».
______Ese conjunto de restricciones necesitan el mito que explique el mundo de forma completa a las personas que no están en disposición de averiguar cómo es. Los sabios del estilo del editorialista creen que las personas liberadas de la «superstición» religiosa van a acceder a un conocimiento más real, pero lo que consiguen es que cada vez más se sientan insatisfechas ante la complejidad del mundo. Ya decía Tocqueville al final de La democracia en América que era un disparate suponer que todo el mundo va a estar interesado en el origen del cosmos o del lenguaje. Los lamentables castristas que escriben los editoriales ni siquiera es que lo supongan: pretenden decretarlo.
Miseria de la sabiduría______A tal punto la pérdida de la religiosidad por parte de una sociedad es fatal, que los únicos alemanes «arios» que resistieron a Hitler aparte de los perseguidos, como los comunistas (muchísimos de los cuales se integraron antes en el partido Nazi), fueron los testigos de Jehová. Todos los científicos no judíos que habían ganado premios Nobel colaboraron con el redentor del imperio.
______Y es que la religión atañe a la comunidad. En palabras de Octavio Paz, se trata de «comunión» con los demás humanos. La ciencia es algo que está en otra alacena. Lo que ocurre en cuanto el punto de cohesión que es la religión se pierde es que la reemplazan fenómenos comunitarios igualmente supersticiosos pero sometidos a pasiones humanas más mundanas, como el racismo, el nacionalismo o la utopía de robar todo lo de los ricos y repartirlo para imponer la dictadura de uno. El furor antiamericano que florece como un delirio en Sudamérica y en Europa occidental tiene marcadísimos rasgos religiosos, al igual que la paranoia genocida de un Pol Pot o de la banda de los cuatro.
De la fe a la indiferencia______La sociedad humana no es de tal modo que todos lo saben (o lo quieren saber) todo en el mismo grado. A una persona apática se le explica la teoría de la evolución y la acepta: eso no la hace más sabia que uno que no la acepta, porque es un conocimiento que ni siquiera deseaba tener. La religión, por el contrario, compromete a la gente con una forma de vida, le propone tareas y metas, la arranca de la chabacanería y el tedio. ¿Habrá que explicar que muchas vocaciones científicas surgen de la autenticidad con que la gente se toma sus creencias? ¿Y que la civilización burguesa tiene una de sus bases en la rebelión de Lutero y su defensa del libre examen?
______Se puede decir que la religión expresa a un hombre espiri- tualmente sano, más dispuesto a preguntarse por el sentido del mundo que el receptor pasivo de rutinas materialistas (como las víctimas del comunismo). Es más bien algo propio de colombianos creer que lo que le hace falta a las personas más limitadas es una serie de datos científicos que no les interesan en absoluto.
Valores democráticos______La presión para que se enseñe el «diseño inteligente» como una posibilidad más tiene que ver con esa resistencia de los ciudadanos a entregarle a unos «superiores sociales», más sabios que ellos, claro, el dominio de las certezas. La idea del derecho a creer está detrás de esa resistencia: es como el derecho a participar en política. ¿Por qué no dejar que unas personas más inteligentes y cultas que nosotros elijan a los gobernantes?
______Eso lleva a otras discusiones en las que siempre salen los patanes de cualquier sitio a exhibir su condescendencia ante los estadounidenses, como la de las armas. ¡También se les reprocha que confíen en sus rifles más que en la policía!
Otrosí______En contraste con el desprecio de la religión que exhiben los patanes que dominan a Colombia, les copiaré un párrafo de alguien que pensó un poco más profundamente en esas cosas:
[Nietzsche] Una vez osó pensar que en su visión del mundo futuro los poderes religiosos podrían ser lo suficientemente fuertes como para decidirse a construir una religión atea a lo Buda, que hiciera caso omiso de las diferencias de secta, y contra la cual la ciencia no tendría nada en contrario. «Pero un amor universal entre los hombres —agrega enseguida con cautela— eso no será.» ¿Y si lo fuera? No tendría necesidad de ser el amor, idílicamente optimista, al 'género humano' por el que tantas lágrimas derramó el siglo dieciocho, y al cual por lo demás la ética debe enormes progresos. Cuando Nietzsche anunciaba: «Dios ha muerto», conclusión que le costó muchísimo, ¿en honor de quién, en elevación de quién lo hacía, sino del hombre? Si fue ateo, si logró serlo, lo fue por amor al hombre. Tendrá que soportar que se lo llame un humanista, lo mismo que el hecho de que su crítica moral sea considerada como una última forma de la Ilustración. La religiosidad por encima de las confesiones, de que habla, yo no me la puedo figurar sino como ligada a la idea del hombre, como un humanismo de base y tono religioso, que, bien experimentado, y habiendo sobrevi- vido a muchas pruebas, incorpore en su seno todo el saber sobre lo abisal y lo demoníaco, como homenaje hecho al misterio del hombre.
______La religión es veneración; veneración en primer lugar ante el milagro de que el hombre sea. Si lo que necesitamos es un nuevo orden, nuevos vínculos, la adecuación de la sociedad a las exigencias actuales del mundo, de poco servirán para ello las decisiones tomadas en las conferencias, las medidas técnicas, las institucio- nes jurídicas. El gobierno del mundo es una utopía racio- nal. Lo importante es, ante todo, la transformación del clima espiritual, un nuevo sentido de las dificultades y de la nobleza del hombre, una disposición fundamental que todo lo penetre y a la cual nadie se sustraiga, y que sea reconocida por todos en su interior como un juez su- premo. Para su génesis y su establecimiento, los poetas y los artistas, trabajando imperceptiblemente en profundi- dad y en amplitud, pueden hacer mucho. Pero ella no es cosa que se aprenda o se haga: ella se vive y se sufre.
Thomas Mann: La filosofía de Nietzsche a la luz de nuestra experiencia.